A menudo hay una trampa en las palabras «actividades después de la escuela». Es fácil creer que, dado que estas actividades son después de la escuela, no tienen mucha importancia. Pero, uno no podría estar más equivocado. La investigación sugiere que los niños aprendan algunas de sus habilidades más importantes de los programas extracurriculares. Es por eso que los niños que no participan en ninguna actividad extra curricular son generalmente lentos y menos vibrantes.
El ambiente de aprendizaje que uno fomenta en las actividades después de la escuela debe ser tan disciplinado y funcional como el que se encuentra en la escuela. Esto es especialmente cierto en los programas educativos después de la escuela. Este es el mejor lugar para enseñarle al niño habilidades importantes como la gestión del tiempo y el establecimiento de objetivos. La gestión del tiempo es una habilidad vital, pero no se logra fácilmente. Los niños necesitan sentir la disciplina necesaria para terminar una tarea y la felicidad de terminar el trabajo asignado en un marco de tiempo específico.
Los niños buscan cosas diferentes en un programa después de clase. El ambiente de aprendizaje debe ser atractivo, colorido e informativo. Use cuadros, imágenes, carteles y dibujos para animar una clase. Los recursos adicionales (recursos que no están fácilmente disponibles en la escuela) harán las clases interesantes. Por ejemplo, al enseñar una lección de biología, permita que el niño vea a través de un microscopio o vea diapositivas de bacterias. Esto aumentará su conocimiento y también lo entusiasmará más con su programa extracurricular.
La disciplina es imprescindible en las actividades después de la escuela. En actividades divertidas o deportivas, es fácil para los niños salir de la línea y causar estragos. Si bien se debe permitir que los niños se diviertan, se les debe restringir el comportamiento inaceptable. La mejor manera de imponer disciplina es establecer las reglas desde el principio. Hágales saber a los niños lo que es inaceptable, desde el principio.
Las recompensas son una parte importante de cualquier proceso de aprendizaje. La recompensa puede ser una simple palmada en la espalda o una muestra de agradecimiento. Motive a sus hijos a aspirar a cosas más altas recompensando sus logros. La realización de competiciones o actividades deportivas donde los niños pueden demostrar su competencia es una recompensa en sí misma.
Los niños pueden aburrirse fácilmente, especialmente en el caso de un programa educativo. El objetivo principal de un programa académico es repetir lo que se ha enseñado en clase y permitir que el niño lo aprenda rápidamente. Es difícil despertar el interés del niño por segunda vez, especialmente cuando el niño ya está cansado de una dosis de la misma lección. Es mejor frustrar el aburrimiento utilizando técnicas creativas como un improviso improvisado sobre cualquier tema, un programa de preguntas o una presentación de diapositivas.
Las actividades después de la escuela son cada vez más populares cada día. Los padres quieren que sus hijos aprendan más. Los niños también tienen una insaciable búsqueda de conocimiento. En un programa extracurricular, es posible prestar atención individual y calmar esta sed utilizando varias técnicas efectivas.